miércoles, 15 de abril de 2009
30 macerados
Cuándo iba a pensar que un encuentro fortuito iba a movilizar tanto. Con mi picardía característica te dije aquel día "¿Bailas?" con mirada desafiante, según me lo recordaste. Antes ya había bailado con un hombre mayor, no hay mayor placer que generar celos apostando a la seguridad que trae consigo la estabilidad en un hombre maduro. Pero el objetivo eras tú. Así que te invité a levantarte y lo hiciste, dancé con un contorneo de caderas que se me hacía muy sensual, y me seguiste el juego. Cómo olvidar aquella mirada, con ese brillo de deseo cuando en un momento rocé mi cabello en tu cuello y respiré cerca de tu oído. Después te invité a dejarte en tu casa y también accediste, con esa seguridad que pese a tus 30 años tenías, esa seguridad en el manejo de las emociones, que a la larga es la que más cuenta. Y ya hace 4 años de eso, amor, y que sigamos brindando por muchos más.
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3 comentarios:
oh que bonito =DDD em encanto muaak
Es bonito recordar y mantener aquellos momentos que nos unieron, brindando por ellos.
Besos.
Lunna
Maya, que bueno que te ha gustado, Lunna, así es, gracias por sus comentarios!
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