Quién diría que una cena juntos evocaría tantos recuerdos y proyectos, que nos haría suspirar en silencio, porque sí, el acto de comer, de alimentar al cuerpo es uno meramente sexual, se trata de paladear, de saborear, de disfrutar, de gozar con cada bocado, de los olores, de las texturas, del calor.
Estar contigo se me antoja un paraíso, una cerveza juntos, una película de autor, tomados de la mano en silencio, unas cervezas en un tugurio de gente interesante, un cigarrillo compartido antes de despedirnos. Como si fuera un álbum, atesoro cada de esos momentos con mucho cariño.
Añoro cada ocasión en que somos una pareja, juntos, unidos, sin que nada más importe. Tanto inocentemente como ese beso del hasta luego, hasta lo más perverso como cuando compartimos a solas en nuestra anónima habitación. Días de cerveza y pizza, amor y bohemia, mi dulce Penélope.
Estar contigo se me antoja un paraíso, una cerveza juntos, una película de autor, tomados de la mano en silencio, unas cervezas en un tugurio de gente interesante, un cigarrillo compartido antes de despedirnos. Como si fuera un álbum, atesoro cada de esos momentos con mucho cariño.
Añoro cada ocasión en que somos una pareja, juntos, unidos, sin que nada más importe. Tanto inocentemente como ese beso del hasta luego, hasta lo más perverso como cuando compartimos a solas en nuestra anónima habitación. Días de cerveza y pizza, amor y bohemia, mi dulce Penélope.